Con el afán de entender la vida, desde la antigüedad nuestros abuelos y abuelas se dedicaron a realizar profundos análisis del comportamiento de la madre naturaleza y del cosmos. Así llegaron a grandes y sabias conclusiones, se dieron cuenta que en todo lo que nos rodea se manifiestan dos fuerzas complementarias: lo negativo y lo positivo, lo masculino y lo femenino, lo nuevo y lo viejo.