Durante la pandemia por Covid-19 muchos aspectos de nuestra vida cotidiana se han transformado y la educación no ha sido la excepción. En estos años, las clases dejaron de ser presenciales y se llevaron a un entorno virtual, una medida que permitió evitar más contagios. Pero, ¿qué pasó con la educación en los pueblos y comunidades Indígenas? ¿A qué se enfrentaron los estudiantes en lugares donde muy poca población cuenta con equipos para acceder a clases virtuales o en donde no existe servicio de internet?
Durante la pandemia de Covid-19, las mujeres han tenido un papel fundamental, respondiendo con eficacia a las necesidades que trajo consigo esta contingencia sanitaria. No obstante, durante el confinamiento por la pandemia se incrementó de manera alarmante la violencia doméstica. De acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas, a nivel mundial más de 243 millones de mujeres han sufrido violencia sexual o física por parte de su pareja durante este tiempo; además, las llamadas a los números de emergencia se duplicaron.
Desde el comienzo de la pandemia de Covid-19, en las redes sociales comenzó a circular una gran cantidad de información sobre esta enfermedad, su origen, sus síntomas, la forma de combatirla, las secuelas que deja a quienes se han contagiado, el proceso de vacunación para hacer frente a la misma, entre otros temas. En algunos casos se trata de información segura y confiable, cuyas fuentes principales son expertos en salud y estadísticas serias y corroboradas, en otros casos se trata de información poco segura, sustentada en miedos y creencias infundadas.
Desde el comienzo de la pandemia de Covid-19, en las redes sociales comenzó a circular una gran cantidad de información sobre esta enfermedad, su origen, sus síntomas, la forma de combatirla, las secuelas que deja a quienes se han contagiado, el proceso de vacunación para hacer frente a la misma, entre otros temas. En algunos casos se trata de información segura y confiable, cuyas fuentes principales son expertos en salud y estadísticas serias y corroboradas, en otros casos se trata de información poco segura, sustentada en miedos y creencias infundadas.
De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) de México, en dicho país el 51.2% de la población son mujeres, y sólo el 36.6% de ellas tienen acceso a empleos establecidos y emprendimientos propios. Durante esta crisis derivada de la pandemia de Covid-19, esta situación ha empeorado debido a la falta de oportunidades para las mujeres.
De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) de México, en dicho país el 51.2% de la población son mujeres, y sólo el 36.6% de ellas tienen acceso a empleos establecidos y emprendimientos propios. Durante esta crisis derivada de la pandemia de Covid-19, esta situación ha empeorado debido a la falta de oportunidades para las mujeres.
La pandemia de Covid-19 ha causado estragos a nivel mundial, por lo cual es indispensable que los integrantes de pueblos y comunidades Indígenas nos organicemos para reactivar la economía en nuestras comunidades, retomar las actividades comunitarias y avanzar hacia nuestra autonomía alimentaria.
La pandemia de Covid-19 ha causado estragos a nivel mundial, por lo cual es indispensable que los integrantes de pueblos y comunidades Indígenas nos organicemos para reactivar la economía en nuestras comunidades, retomar las actividades comunitarias y avanzar hacia nuestra autonomía alimentaria.
La pandemia de Covid-19 ha afectado de diferentes formas la vida en los pueblos y comunidades Indígenas. Se han vivido afectaciones en la salud, en la economía, en la alimentación, en la educación, entre otras áreas. Además, se han profundizado algunas problemáticas, entre ellas pobreza, marginación, desempleo y discriminación.
Durante la pandemia de Covid-19, las mujeres han tenido un papel fundamental, respondiendo con eficacia a las necesidades que trajo consigo esta contingencia sanitaria. No obstante, durante el confinamiento por la pandemia se incrementó de manera alarmante la violencia doméstica. De acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas, a nivel mundial más de 243 millones de mujeres han sufrido violencia sexual o física por parte de su pareja durante este tiempo; además, las llamadas a los números de emergencia se duplicaron.